Reconstrucción de mama

Es muy importante individualizar el tratamiento de cada paciente ya que la mayoría de las veces necesitamos combinación de tratamientos para conseguir los mejores resultados.

El cáncer de mama es una enfermedad devastadora que afecta la vida de las pacientes de forma física, psicológicas, social y emocional. Los cirujanos plásticos podemos ayudar a tratar esta enfermedad y sobre toda a reconstruir sus secuelas y mejorar la calidad de vida.

La reconstrucción de mama abarca varias técnicas de la cirugía plástica con las que somos capaces de recrear una mama completa, en los casos de mastectomías, o parte de ella cuando se realizan tumorectomias.

Hoy en día, siempre que sea posible, se realiza reconstrucción inmediata de la mama porque tiene una gran cantidad de beneficios psicológicos para la paciente. Esto no quiere decir que las pacientes que no se reconstruyan de forma inmediata no puedan optar por una reconstrucción de mama. En la primera consulta buscaremos la forma de reconstruir el pecho que se adapte más a tus necesidades.

La reconstrucción de mama se divide en dos grandes grupos. Las cirugías basadas en implantes o prótesis y las que se basan en tejidos del cuerpo de la paciente o reconstrucciones autólogas.

  1. Reconstrucción con implantes: Este tipo de reconstrucción es la más utilizada porque es rápida, sencilla y tiene una recuperación más corta. Las desventajas de este tipo de intervención son que los implantes, al ser un material extraño, producen una cicatriz alrededor que con el tiempo puede dar molestias como dolor, sensación de una mama dura o incluso deformidad en el pecho (a esto último se le llama contractura capsular). Además, los implantes dependen de la cobertura externa para que no se noten, lo que nos obliga en la mayoría de los casos a posicionarlas detrás del músculo con la consiguiente animación del implante (el implante se mueve con el movimiento de los brazos) o separación de los implantes con pérdida del escote. Este tipo de reconstrucción a largo plazo puede dar problemas y requerir varias reintervenciones a lo largo de la vida. Más aún si estamos tratando con una mama radiada.
  2. Reconstrucción con tejidos autólogos: El enfoque estándar de la reconstrucción actual con tejidos propios es el trasplante microquirúrgico. El tejido que se extrae está compuesto por piel y grasa. Este tejido puede ser donado desde la barriga (DIEP), muslos (TUG), nalgas (SGAP) o la región lumbar (LAP). El flujo de sangre de este tejido se restablece a través de microcirugía. Dependiendo la zona de donde se obtiene el colgajo se puede mejorar la estética y el contorno corporal, como por ejemplo el DIEP, que nos deja un abdomen más estilizado. Esta técnica es la mejor en cuanto a naturalidad de los resultados, estética y comportamiento de las mamas y, sobre todo, es la más estable a largo plazo.

Esta cirugía se realiza con anestesia general.

Ingreso hospitalario 2-5 días

Duración media del procedimiento es variable dependiendo el tipo de intervención.

Incorporación al trabajo a los 14-20 días. En el postoperatorio tendrás hinchazón, morados y molestias en la zona tratada los primeros días.
Se puede volver a realizar deporte a los 30 días.

Antes & Después