Una malformación congénita es un defecto de la anatomía del cuerpo humano o en el funcionamiento de los órganos del mismo, que aparecen desde el nacimiento.
La cirugía reconstructiva se encarga de arreglar estas partes del cuerpo que tienen una forma o función anómala.
Las malformaciones más frecuentes en el campo de la cirugía reconstructiva son: el labio leporino y paladar hendido, malformaciones de la mano y pies (sindactilias, polidactilias, duplicaciones, etc.), malformaciones del pabellón auricular (microtia, anotia, oreja en copa, etc.), bridas amnióticas, síndrome de Poland y malformaciones de la piel (nevus y angiomas).
Las cirugías de todas estas patologías son diferentes en tiempo y en tipo de intervención, con diferentes post operatorios, por lo que se tiene que valorar cada caso y dar un tratamiento individualizado.
Busca un cirujano plástico que aporte confianza, ya que la relación médico-paciente se mantendrá durante muchos años. La mayoría de las veces la cirugía reconstructiva y el tratamiento de rehabilitación se realizan por etapas a medida que el niño crece.