¿Tienes una frente muy alta? La frontoplastia puede ayudarte a sentirte mejor contigo misma
Muchas personas viven durante años acomplejadas por el tamaño de su frente. Evitan peinados recogidos, llevan flequillo toda la vida o temen los días de viento o lluvia por si su frente queda al descubierto. No es solo una cuestión estética, es algo que puede afectar a la seguridad personal, a la autoestima y a la forma de relacionarse con los demás.
La frontoplastia de reducción es una cirugía sencilla y cada vez más demandada que puede ayudarte a armonizar tu rostro y a sentirte más tú.
¿En qué consiste la frontoplastia?
Se trata de una intervención quirúrgica que reduce la altura de la frente avanzando la línea de nacimiento del cabello hacia adelante. El resultado: una frente más corta, más proporcionada y un rostro más equilibrado.
Aunque se considera que una frente es “amplia” cuando mide más de 6 centímetros, lo más importante es cómo se relaciona con el resto del rostro. Idealmente, el rostro se divide en tres tercios iguales: frente, zona media (nariz y pómulos) y zona inferior (labios y mentón). Cuando la frente ocupa demasiado espacio, todo el rostro puede parecer más alargado o descompensado.
¿Para quién está pensada esta cirugía?
Principalmente para mujeres con una frente amplia por una cuestión anatómica, no hormonal. También es una cirugía que juega un papel clave en la feminización facial de personas transgénero, donde no solo se avanza el cabello, sino que también se puede suavizar la forma de los huesos frontales y orbitales, haciendo que el tercio superior del rostro sea más delicado y femenino.
No suele recomendarse en hombres con alopecia androgénica, ya que este tipo de caída del cabello, al ser progresiva, puede hacer que los resultados no sean duraderos o incluso empeorar la pérdida capilar.
¿Cuánto se puede reducir?
Cada caso es diferente, pero por lo general se puede avanzar el cuero cabelludo entre 1,5 y 3 centímetros, y en algunos casos hasta 5 cm, dependiendo de la elasticidad de la piel. Para ello, en nuestra clínica enseñamos a los pacientes a realizar masajes preoperatorios que ayudan a preparar el cuero cabelludo y permiten una mayor corrección.
¿Cómo es la operación?
- Se realiza con anestesia general y dura entre 2 y 3 horas.
- La incisión se hace justo en la línea del pelo, con una forma en zigzag, para que el cabello vuelva a crecer a través de ella y la cicatriz se vuelva prácticamente invisible con el tiempo.
- En nuestra técnica, además, fijamos el cuero cabelludo al hueso frontal con pequeños canales que tallamos en el hueso, para asegurar que el resultado sea estable y natural.
- En algunos casos también modificamos la línea del nacimiento del pelo, corrigiendo las entradas o creando una forma más armónica.
¿Y después de la cirugía?
- Los puntos se retiran a los 10 días.
- La recuperación es rápida: en 3 o 4 días puedes hacer vida normal (excepto ejercicio físico, que debe esperar unas semanas).
- Puede haber algo de adormecimiento en la zona, pero no suele doler y las molestias son mínimas.
- Es muy importante cuidar la cicatriz con productos adecuados, protección solar y revisiones.
¿Qué cambia después de una frontoplastia?
Más de lo que parece. Porque esto no va solo de centímetros.
Muchas pacientes nos cuentan que, tras años escondiéndose detrás de un flequillo o evitando verse con el pelo recogido, por fin se sienten cómodas con su imagen. Recuperan libertad, seguridad, y sobre todo, una versión de sí mismas que sienten más auténtica.
En el caso de pacientes trans, la frontoplastia puede ser un paso fundamental dentro del proceso de transición, ayudando a construir una imagen más femenina y acorde a su identidad.
¿Qué cambia después de una frontoplastia?
Te invito a venir a consulta, a hablarlo con tranquilidad y resolver todas tus dudas. La cirugía estética facial no se trata de cambiar quién eres, sino de ayudarte a reconectar contigo misma.